Los rayos x tienen muchas más aplicaciones médicas y de otro tipo. Por ejemplo, la ingeniería, el arte, la seguridad y la arqueología.
El descubrimiento de los rayos x se produjo de una forma totalmente fortuita o accidental. Fue mientras se realizaban estudios y pruebas sobre la descargas eléctricas que se generaban en los tubos de vacío ideados por el científico inglés William Cookes.
¿QUIEN INVENTO LOS RAYOS X?
No fue un médico el que los descubrió. El inventor de los rayos x es Wilhelm Conrad Röntgen.
Este físico alemán nació el 27 de marzo de 1845 en Lennep, Alemania. Falleció el 10 de febrero de 1923 en Múnich.
Por ser el descubridor de los rayos x fue galardonado con el premio Nobel de Física en el año 1901. La academia sueca se lo concedió como muestra de reconocimiento a los magníficos avances que su descubrimiento había brindado a la sociedad.
¿DÓNDE Y CUÁNDO?
Los rayos x se descubrieron en septiembre de 1895, en los laboratorios de la universidad de la ciudad alemana de Würzburg. Röntgen, inventor de los rayos x, era profesor de Física en dicha institución.
¿COMO?
Wilhelm Conrad Röntgen advirtió que cuando una corriente eléctrica recorría el tubo de Crookes, se tornaba fluorescente un Papel tintado con cianuro de bario que estaba próximo a él.
Realizando experimentos adicionales, se comprobó que, extrañamente, este fenómeno también se repetía si se recubría todo el tubo con un cartón negro.
Asombrado por tal comportamiento, el físico germano decidió seguir investigando y a las pocas semanas, el 8 de noviembre de 1895, estableció que este fenómeno era provocado por un rayo invisible que tenía forma de onda corta electromagnética.
Debido a que se desconocía completamente la naturaleza de estos rayos, Röntgen decidió llamaros “Rayos x”, del mismo modo que le llamamos “x” a una persona o algo del que no sabemos su condición o naturaleza,
Fue ya en 1912 cuando el alemán Max von Laue, al observar su difracción en una lámina cristalina, el primero en definirlos, diciendo: “Se trata de ondas electromágnéticas de longitud muy corta capaces de atravesar la materia”.
Esta cualidad de los rayos X tuvo tal repercusión en los medios científicos que su descubridor recibió por ello el primer premio Nóbel de Física en 1901.
Por tanto, la primera radiografía de la historia fue la que mostraba el anillo de bodas como una prominencia en el dedo anular de una mujer. Naturalmente se veían todos sus huesos.
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